martes, 11 de octubre de 2011

Carta abierta a los padres y estudiantes del Reino de España

Desde el Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible (HLI) y el Centro Cultural Raymundo Gleyzer les escribimos esta carta con el objetivo de hacerles llegar nuestra posición al respecto de la situación que atraviesa el predio ubicado en la calle Sarmiento 836, donde actualmente viven dos familias y funciona el Centro Cultural y en donde, a su vez, se proyecta la construcción de la nueva sede de la EET nº 5. Creemos que es de vital importancia que conozcan nuestros pareceres sobre la cuestión, debido a que muchos medios salieron a inventar cosas sobre nosotros y esto no sólo nos perjudica como centro cultural, sino que corre el eje de la cuestión, haciendo (por ese camino) imposible la resolución del “conflicto”.

Por otra parte, esta carta tiene un espíritu propositivo. Estamos convencidos que con voluntad y diálogo la situación se puede destrabar.

Nosotros queremos que se construya el colegio

Nosotros queremos que se construya la nueva sede de la EET nº5. Estamos al tanto de la situación del colegio, sabemos que la nueva sede implicaría mejores condiciones de estudio y mayor matrícula, vemos al proyecto como un triunfo de la educación pública. Como trabajadores de la cultura que día a día nos organizamos por la socialización de bienes culturales como un paso indispensable para pensar en una ciudad realmente para todos, jamás podríamos estar en contra de la construcción de la nueva sede. Somos convencidos defensores de la educación pública y de calidad.

Nosotros no somos quienes impedimos que se construya el colegio

Varios medios han instalado la idea de que por culpa del Centro Cultural Raymundo Gleyzer que realiza “algunas pocas actividades” es que el colegio no se construye, que lo único que falta es que nos desalojen y ya empiezan las obras. Esto es falso por varios motivos, en primer término el proyecto está parado en provincia por problemas burocráticos que no tienen nada que ver con nosotros. El colegio hace décadas que lucha por su nueva sede y, evidentemente, nunca existió la suficiente voluntad “desde arriba” para que sea construido. Ahora pareciera que somos nosotros los culpables de todo. En segundo término, es falso porque la afirmación en cuestión niega una cuestión fundamental y es que nosotros tenemos derechos sobre el inmueble.

No somos usurpadores

No hemos cometido ningún delito, tenemos derechos sobre el inmueble que poseemos hace 25 años a título de dueño. El frenético mundo de los medios que, como es sabido, tiene la capacidad de mostrar los hechos desde una sola faceta, desconoce nuestros derechos. Y si los reconoce, habla de que “como tienen derechos los ocupantes se niegan a abandonar el terreno”, esto también es falso, nosotros estamos dispuestos a correr nuestras actividades a un nuevo espacio si eso implica la construcción de la nueva sede. Nuestro planteo es claro y difícilmente llega a visualizarse cabalmente en los medios.

Nuestra posición

Nosotros tenemos derechos sobre el inmueble, pero eso no implica una posición intransigente, estamos dispuestos a dialogar para solucionar el problema. Porque nosotros queremos que se construya ese colegio y vamos a aportar todo lo que podamos para que se logre. Actualmente se da una situación en la cuál el Centro Cultural es una perfecta excusa para que el colegio no se construya. Y nosotros no queremos ser la excusa de nadie, por eso no sólo que nos manifestamos abiertamente a favor de la construcción, sino que nos insertamos activamente para que el proyecto de la nueva sede se lleve adelante. Es por esto que hemos pedido una audiencia al Intendente Francisco Gutiérrez, para que intervenga poniendo las herramientas del estado al servicio de la cultura y la educación.

¿Cómo destrabar la situación?

Como previamente afirmamos, desde el Centro Cultural Raymundo Gleyzer y el Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible, creemos que la solución está en la intervención municipal. Se trata de dos proyectos legítimos y necesarios para nuestra comunidad, la nueva sede y el Centro Cultural. Humildemente creemos que la cuestión no pasa por elegir cuál de los dos proyectos es mejor. Son complementarios y consideramos que ambos deben existir. Nos negamos a aceptar que en Quilmes, caracterizado por un abrumador avance del negocio inmobiliario, haya sólo un terreno para dos proyectos genuinos y necesarios para nuestra comunidad.

A raíz de estas conclusiones es que hemos tenido muchas iniciativas con el fin de hacer público el absurdo planteo ¿Escuela o Centro Cultural? Creemos que si no se supera esta polarización, difícilmente se pueda avanzar a la resolución del conflicto. La polarización abona a que la situación se trabe, generando un debate falso que no tiene forma de resolverse.

Es por esto que los invitamos a que conozcan el Centro Cultural Raymundo Gleyzer, sus actividades y sus integrantes. Estamos convencidos de que superando la falsa polarización entre comunidad educativa y centro cultural, solicitando, juntos, la intervención del municipio, vamos a poder destrabar el conflicto y avanzar hacia la tan esperada nueva sede del Reino de España.

Sólo hace falta un terreno. Nuestra voluntad es total.

La invitación queda hecha, estamos a su entera disposición.

Un abrazo.

Centro Cultural Raymundo Gleyzer.

Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible.


Contacto:

Federico: 155-584-1241

hagamos.lo.imposible@hotmail.com

ccultural.raymundogleyzer@gmail.com

FB: Hagamos Lo Imposible

http://mcultural-hli.blogspot.com

FB: Ccultural Raymundo Gleyzer

http://ccultural-raymundogleyzer.blogspot.com

1 comentario:

  1. Si ustedes quieren que "se construya la nueva sede de la EET nº 5" como dicen en esta carta, lo primero que deben hacer es abandonar la propiedad. No les pertenece. Es del Estado y está destinada a construir un nuevo edificio para el Reino de España. Así de simple. Lo demás es palabrería y mentira. Están cometiendo un delito, es decir que son delincuentes. Decir que defienden la escuela pública y ocupar un terreno donde se va a construir una nueva escuela es lo más hipócrita e inconsistente que se ha visto en mucho tiempo. A Raymundo Gleyzer se lo conoce, pero al centro que lleva su nombre ¿quién lo conoce? ¿Cuál es su trayectoria? ¿Desde cuándo defiende y trabaja por la cultura? ¿Cuáles han sido los aportes realizados que justifiquen que la Municipalidad tenga que intervenir y darle una propiedad? Son piratas, filibusteros de la cultura. Entraron por la puerta de atrás y se van a ir por la ventana. Basta de delirios y de victimizarse. La cultura verdadera nace del trabajo, del esfuerzo y una gota de genialidad. Nada de eso se les ha visto ni les ha tocado. No pretendan una vocación dialoguista que no tienen ni corresponde. Son usurpadores, delincuentes. ¡No se pongan en víctimas! Y basta de jugar a la política. El país necesita otra cosa. Vayan a laburar, manga de vagos, han derrapado. Toda la carta abierta es un cúmulo de vaguedades e imprecisiones. ¿Cuáles son los supuestos problemas burocráticos en la Provincia que impiden, según ustedes, la construcción? La decisión está tomada y aprobada por todos los organismos escolares de la provincia y de la Municipalidad. ¿Dónde están los derechos que alegan sobre el inmueble? ¿Qué títulos pueden exhibir? ¿Pagaron impuestos? Nunca. Y aunque lo hayan hecho no sirve porque es un bien estatal y el Estado no pierde la titularidad de sus bienes. No existe ningún debate falso o absurdo entre educación y cultura porque ustedes no son ni representan la cultura. Y aprendan a escribir, salames. Si ustedes son la cultura, la lengua de Cervantes está en peligro de extinción. Si realmente les interesa la cultura podrían levantar un centro en la infinidad de terrenos baldíos que hay en la periferia de Quilmes, pero claro... no es lo mismo. Son todos pobres, no hay recursos, ni infraestructura. Es raro, quieren hacer un centro cultural en un barrio residencial donde todos sus habitantes tienen acceso a una variadísima oferta cultural. Además, a pocas cuadras hay un museo y se está levantando un teatro. Para colmo, el lugar resulta inaccesible para los pobres, los que realmente necesitan acceder a la cultura. Todo lo de ustedes es muy poco claro. O para decirlo más claramente: de tan turbio que es lo único claro son sus intenciones.

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